Aquellos vacíos nuestros

Un día me atreví a escuchar y aprender del vacío. Apoyé el oído en su inmenso borde gris y grande fue mi sorpresa cuando descubrí en su interior, oculto entre sus interminables pliegues, lo que venía buscando hacía tanto tiempo…
El castillo se erguía en la densa oscuridad de la noche. Me acerqué sigiloso y observé detenidamente la muralla que lo rodeaba. El puente elevado estaba lejos, aun para mis piernas que eran alas de tiempo, así que escalé con cierta dificultad el muro, gris y sucio, y sucedió que vacilé por un segundo cuando llegué a la cima, sólo por un segundo. Inmediatamente me adentré unos pasos y la sensación de duda desapareció. Más decidido, corrí hasta confundirme con las piedras y los árboles de aquel lugar. Era un vacío y aun así lo encontré repleto de cosas. Había negro y blanco y soles y lunas y miles de palabras que se elevaban al aire y flotaban. ¡Oh, todas las cosas tenían dulces sonidos! Me calmé un instante, que fueron años de instantes, y escuché.
Escuché alegremente la música que se desprendía de su habitual estado de vacío, de sus ramas y sus vidas silvestres, de los bosques y las praderas anegadas de fuego, de las voces del misterio, de la fauna que fue y de la que era, de todos los compases y los ritmos que vagaban de aquí para allá, y entonces también escuché un solo de viento, me llegó al oído una triste nota que lloraba, que al llegar al cruce donde el resto de las melodías viajaban amontonadas, se transformó en alegre y se unió al resto de los sonidos (¡Doy gracias a la vida por haber sido testigo de aquel momento!).
Escuché la energía (¡Esa vieja corriente submarina!) que irradiaba su centro de hierro y de polos opuestos. Ésa que atraía cadenas de imágenes y de palabras olvidadas. Los mismos secretos y aquellos mismos jardines ocultos detrás de las piernas. Todos esos recuerdos que creímos haber perdido en salones vacíos, en actos de sangre y silencio. Vi los mares, vi los tiempos, vi decenas de estrellas que murieron, y si bien las imágenes aterraban mi alma, no podía (y sepan que realmente no podía) dejar de ver y escuchar todo eso.
Escuché rizas, sonoras carcajadas, y vi labios curvados en diestro ángulo cerrado que asemejaban sonrisas, escuché los rostros también. Escuché manos que rodeaban otras manos y brazos que golpeaban espaldas conocidas. Escuché un sin fin de sonidos y risas (¡más que nada escuche risas y un sin fin de sonidos!) de personas que no volverán a reír y que viven de recuerdo en recuerdo. Fantasmas de otras vidas que decían hola y la vez adiós.
Escuché y miré hacia el vacío y me dejé llevar por los interminables paisajes de su castillo. Por el aroma de los perdones y por las ráfagas de las hojas caídas hace un millón de inviernos. Y ahí, entre toda esa locura, también me dejé olvidar, ahí, en torno a mis brazos y a los tuyos y a los brazos de ella y a los de toda esa gente del olvido. Y si bien era confusión y era caos y los gritos se superponían a los deseos y la gente empujaba a la otra y si bien todo eso era verdad y era vida en ese mundo, encontré hogar, encontré paz.

Escuché al vacío. Apoyé mi oído contra él, abrí la mente y hundí los pies en el barro del hombre, adentrándome en aquel castillo viejo y sucio, y así comprendí lentamente el destino y el triste final. Porque, saben, mirando hacia aquel pedazo de mundo, aquellos rostros de furia y esos celosos golpes de miedo, perdí aquello que había estado buscando. Encontré mi lugar en el mundo y sólo así, inmerso en mi búsqueda, me perdí la vida. Quise correr despavorido entonces, pero las alas estaban rotas y estas estacas que cortan mis manos, las recibí con congojada resignación. El puente estaba lejos, más lejos de lo que pudiera imaginar, y sé que no existe otra salida. ¿Si hubiese apartado el oído y la vista a tiempo qué hubiera ocurrido? Hoy pienso que el resultado sería el mismo, aunque no estoy seguro…
Todos somos un vacío enorme, un castillo con inmensas paredes y un puente que siempre se encuentra lejos.

© Alejandro Andrade
Buenos Aires, mayo de 2003
(Versión definitiva 2009)